EL MAESTRO DE EDUCACION INICIAL Y SU CONTRIBUCIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN DE
SUBJETIVIDADES.
LIC ADRIANA BISIO CONDE
REVISTA QUE HACER EDUCATIVO –
CONFERENCIA ONLINE
La conferencia está a cargo de la maestra y psicóloga
Adriana Bisio Conde, quien comienza destacando el interés que tiene por acercar
un tema importante para los docentes; el rol del maestro y la intervención del
mismo en la subjetividad del niño.
Adriana plantea que no todos los maestros son conscientes de
la importancia que conllevan en esa primera imagen que el niño tiene de la
escuela. A partir de esto, presenta una
imagen de un tejido y propone analizarlo, buscarle un significado. Luego explica
que es una palmera, un tipo de palmera que descubrió y que le llamo la atención
el entramado del tejido de la misma, que sostiene al tronco de la palmera y lo
habilita a crecer. Hace el paralelismo con el entramado que el docente debe
crear para habilitar al niño a crecer.
A continuación cuenta que la conferencia va a estar guiada
por diapositivas que llevan la teoría y luego va a ir entramando un diálogo
entre las diapositivas y sus opiniones.
En primer lugar cita a “Victor Giorgi”, quien habla de la producción
de subjetividades y plantea que para él, las mismas son las diferentes formas
de construcción de significados, de interacción con el universo simbólico -
cultural que nos rodea, las diversas maneras de percibir, sentir, pensar,
conocer y actuar, las modalidades vinculares, los modelos de vida, la relación con
el pasado y el futuro, la articulación entre uno mismo y los otros. Es parte de
los procesos de autoconstrucción de los seres humanos a través de sus prácticas
sociales.
Adriana plantea que el desarrollo del niño es su principal preocupación,
y cuenta que ella era directora de un jardín de infantes, y una vez, la
auxiliar de sala de 3 años se enfermó y ella tuvo que ocupar su puesto. Había 6
niños que les costaba mucho integrarse, lloraban, golpeaban a los papas, etc. Uno
dejo de concurrir y no volvió más. Los otros 5 después de mucho tiempo de estar
con las madres, de proponer juegos especiales de desapego, pudieron integrarse
positivamente. Esto la llevo a pensar en
qué estaba pasando, y que hubiese pasado si la maestra no hubiese intervenido
en ese proceso de separación, si no hubiese habido una intervención del maestro adecuada y
oportuna en este período de vida.
A continuación podemos ver en las diapositivas diferentes
conjuntos de prácticas sociales que propone Giorgi para la modelación de la
subjetividad. Estos son: el lugar del sujeto en el grupo de referencia, las
relaciones predominantes (familias, amigos), criterios de prohibición y
permisibilidad, derechos y obligaciones, imágenes, modelos y valores
circulantes por todos los medios de comunicación. Adriana explica, entonces, que de alguna
forma, todo lo que rodea al niño, interviene en el desarrollo de su
subjetividad. Además agrega que en la producción de subjetividades la cultura
adquiere una especial importancia como articuladora entre lo individual y lo
colectivo, lo simbólico y lo histórico, posibilita la inscripción del sujeto en
enunciados identificatorios.
Adriana vuelve a nombrar la experiencia contada anteriormente, y
comenta que las tácticas de crianza tienen que ver en cómo ese niño llega al jardín
de infantes y como se integra, que tienen que ver con lo cultural, hasta qué
punto las familias le facilitan o
dificultan la entrada a la sociedad.
Agrega que en estos tiempos las subjetividades están cambiando,
los niños no son los mismos que antes, y los maestros tampoco, pero que tenemos
que prepararnos para recibir este cambio de los niños. Estamos en un mundo de
fluidez, en un espacio donde no hay cosas ni formatos seguros, donde no se sabe
qué va a pasar mañana, donde el orden familiar está cambiando, y los niños están
acomodándose a todos estos nuevos formatos.
Entonces propone que la
idea es que el maestro pueda intervenir en estos procesos mediante diversas
acciones: Educar, Entramar, Conectar, Vincular, Sostener , Alternar, poner en relación,
crear lazos, Ritmos que sostienen, que ligan, Plantear un entramado
estructurante, Producir subjetividades.
En otro momento cita a otra
autora “SILVIA BLEICHMAR”que dice: “no
hay subjetividad que no se inscriba en el marco de lo social, vale decir de las
relaciones con el otro humano que la produce” la subjetividad es intersubjetividad.” Y
explica que es en el encuentro con el otro que el niño comienza a ser un sujeto
diferente. Esos primeros años de vida, su relación con su madre y su padre,
donde se construye el ser humano como diferente de la madre. Esto nos crea un
dique de contención, donde lo traumático, lo inexplicable, es una experiencia
compartida que permite que el sujeto no se sienta solo o aislado. Si hay otro que refleja, sostiene y funciona
como objeto espectacular e idealizado, siempre hay posibilidades de generar
estructura psíquica.
Planea que esto es importante en
cuanto a la labor del docente, el docente que mira a los ojos se siente, el
vinculo entre las miradas, el mirar al alumno, el servirle de espejo, el saber
que lo estamos atendiendo, que consideramos importante lo que esté pasando por él.
Por eso es interesante estimular la narrativa, no solo del espacio áulico, sino
también de la historia personal. Habilitar espacios de la maestra hacia el niño
en donde ellos puedan contar. No hay aprendizaje que no se produzca desde el
vínculo.
Además agrega que cuando
los adultos dejan de lado sus funciones, y se ve claramente una falta de
límites y tendencias hedonistas, cuando faltan momentos lúdicos, de intercambio,
ahí es donde se abre un espacio a los “comportamientos
indeseados”, a la “indisciplina”, al “bajo
rendimiento”, al “desinteres” o a la “violencia”, como se suele caracterizar en
varias instituciones.
Adriana comenta que el fracaso escolar puede incidir en todo
el transcurso del niño en la escuela y de la lectura que el maestro tiene que
hacer de estas caracterizaciones, ya que esos niños tienen determinados
problemas de atención, porque esos estímulos no los dejan aprender, porque
probablemente esta abatallado de estímulos. Al niño le cuesta prestar atención a
los múltiples estímulos simultáneos, porque es difícil seleccionar a que atender
para aprender. El docente debe tener interés y pasión para darse cuenta de
estas situaciones.
Cuenta que los niños, estando con otros niños, estando en un
ambiente de juego, en un ambiente estimulante, de alegría, placentero,
aprenden. La calidad del vínculo es decisiva, y tiene consecuencias en las
relaciones sociales futuras y en el desarrollo intelectual. Lo deseable y
eficaz es que permita la separación, la exploración del mundo y el
establecimiento de relaciones con otros adultos y el niño. El apego puede
asumir distintas modalidades según el grado de disponibilidad afectiva del adulto.
Adriana toma como referente a Winicot, que dice que la madre debe frustrarlo a veces al niño para
que el construya el desapego, debe dejarlo para luego encontrarse de nuevo, el
niño debe saber que a veces la madre se va, pero vuelve. Es decisivo para que
el niño pueda acogerse a la sociedad, lo que hace que sea sujeto. Esas madres
que frustran y responden a las necesidades del niño, que saben porque llora su
hijo, también sabe no estar, y responder a él en cierta forma luego de que el
niño la llame. No estar antes, estar cuando el niño lo solicita. Así el niño
entiende que es comunicándose con ella que la madre va a responder.
Adriana plantea que es así también
como la maestra debe cumplir la misma función, habilitarlo al niño a que se comunique. Debe escucharlo y
establecer un vínculo con él, debe ponerlo en un lugar de saber, en el
construir un afecto mútuo. Al niño le enseñamos a ponerse en el lugar del otro,
al tener conciencia de que el otro sufre, los adultos deben guiar al niño a ser
humano, a empatizar con el otro.
A continuación vuelve
a a la experiencia contada
anteriormente, y nos cuenta que considera que esas madres no establecieron un
apego seguro con esos niños y que esos niños necesitaban tenerla como un objeto
transicional, mientras ellas estaban los niños se conformaban. Luego de un
tiempo los niños se relacionaron, disfrutaban jugando con sus pares, pudieron
integrarse y jugar con los demás. Y se
pregunta: ¿Qué hubiera pasado con esos niños si no hubieran ingresado a un jardín
de infantes? ¿Qué hubiera pasado con ese vínculo inseguro, donde tampoco había otro
adulto que ayudara a esa separación en forma más feliz?
Contestando su pregunta continúa
explicando que cuando la familia o la escuela dejan vacios los espacios de contención,
se puede iniciar una búsqueda de elementos extraños que sirvan para saciar y
aplacar que alcanzan a ser una puesta en acto, ya sean juguetes, ropas,
golosinas, etc. Muchas familias no están
con los niños y cuando llegan le compran objetos y piensan que eso es lo que
los hacen feliz. Pero sin embargo, lo que el niño necesita es la presencia de
un adulto, responsable que lo proteja, que lo cuide y que lo guie. Padre y maestro
deben tener autoridad, no como autoritarismo, sino como esa imagen de alguien
que sabe, tienen que tenerlo para que el niño se sienta seguro, cuidado, con
posibilidad de elegir, elegir lo que a el le va a hacer bien, lo que lo va a
ayudar a crecer.
Plantea que para aprender se necesitan dos personajes: un enseñante
y un aprendiente, junto con un vínculo que se establece entre ambos. Para aprender
el ser humano debe poner en juego su organismo, su cuerpo y su inteligencia,
que interaccionan con sus deseos.
A continuación cita a ALICIA
FERNANDEZ que habla del aprendizaje y dice que el mismo es un proceso cuya
matriz es vincular y lúdica, y su raíz corporal. Desde el principio hasta el
final el aprendizaje pasa por el cuerpo, el placer está en el cuerpo, todo
cuerpo vibra con el placer del dominio adquirido. El espacio educativo debe ser
un espacio de confianza, libertad y juego. Luego muestra fotografías de
diferentes momentos en un jardín de infantes, momentos de juego, juego
simbólico, juego trabajo, construcción, todos momentos en que se relaciona con
los otros para obtener un resultado.
Explica que el YO se desarrolla y estructura en presencia de
otro que funciona como espejo, reflejando esas primeras percepciones de lo que va
siendo esa persona en devenir. Los niños necesitan ser mirados. Es importante abrir el dialogo, que se
construye simplemente con un gesto.
Por último vuelve nuevamente a la
imagen de la palmera, y hace una reflexión sobre la misma, donde se ve que la
trama se “destramó” y empieza otra vez a construirse y explica que esto es lo
que puede hacer la maestra, volver a entramarlo, junto con las redes sociales,
la comunidad, la escuela, los compañeros, la familia que son los que participan
de este entramado. El maestro debe intervenir para que ese proceso sea
disfrutable.
Para finalizar propone dejarnos
una lista de vocablos a modo de resumen, seleccionados por ella, y que proponen
una asociación libre a partir de todo lo conversado en esta conferencia. Estos son:
Escucha, intimidad, respeto, confianza, mirada, contención. sostén, promoción, atención,
aceptación, participación, reflexión, historizar, habilitar, afiliar,
inscribir, presencia, proyectos, autonomía, autoría, ENTRAMAR.
Y concluye sosteniendo que estas palabras tienen un peso significativo muy grande para
el rol docente y principalmente para el maestro de educación inicial, de su
intervención oportuna y su intencionalidad en generar el clima áulico de
confianza y disfrute para niños y adultos.
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